Desarrollo Organizativo: lo que necesitas saber
Con frecuencia encontramos el término Desarrollo Organizativo (DO) asociado a personas. En concreto, a cómo pueden las organizaciones ayudar a mejorar el talento individual y colectivo. Efectivamente, las personas, su desarrollo, y su habilidad para trabajar juntos de forma productiva son cuestiones tremendamente importantes en cualquier organización.
Y, como tales, hay muchas disciplinas que se ocupan específicamente de ello (por ejemplo el coaching ejecutivo o de equipos, los planes de desarrollo de habilidades o los de gestión de talento). Sin embargo, ésta no es la única cuestión en la que se fija el DO, y no debemos por tanto confundir el todo con una parte.
El DO se fija en la organización en su conjunto, considerando los distintos ejes que la conforman y afectan. Utiliza una mirada 360 que se centra en entender cómo se relacionan dichos ejes entre sí para aportarse valor y no al revés. Para no hablar en abstracto, que siempre dificulta esto del entendimiento, vamos a bajar los conceptos a tierra.
¿De qué se ocupa el Desarrollo Organizativo?
Comencemos por el principio. Los distintos ejes que conforman el devenir de una organización pueden clasificarse en los siguientes: Estrategia, Contexto Interno y Contexto Externo. Tomamos como referencia estos conceptos que Saloner et alter, de la Universidad de Stanford, explican estupendamente en su libro Strategic Management. Veamos a qué se refiere cada uno:
(a) La Estrategia es la brújula que define los objetivos de la organización y la manera de conseguirlos; con un alcance concreto y en un contexto determinado.
(b) El Contexto Interno es todo aquello que, internamente, conforma la capacidad para ejecutar de forma exitosa una determinada estrategia. Es decir: cultura, estructura organizativa, procesos, herramientas y sistemas, métricas, políticas, personas y habilidades, formas de trabajar, modelos de comunicación y relación, lo que incentiva y alinea a las personas, etc…
(c) Y el Contexto Externo es todo aquello que constituye el ámbito en el que una organización desarrolla su actividad. Es decir: competidores, clientes, proveedores, la normativa específica de los lugares en los que tenga presencia, la innovación, las reglas del juego de una determinada industria, etc…
Bien, pues el DO se fija en estos tres bloques: qué guía a la organización (Estrategia), el entorno donde ésta realiza su actividad (Contexto Externo), y todo lo que la conforma (Contexto Interno). Y se encarga, fundamentalmente, de dos cosas:
(i) De la habilidad de la organización para desarrollarse y adaptarse – exitosamente- a las condiciones de su contexto externo, y
(ii) De que su estrategia y su capacidad de ejecución (es decir los elementos de su contexto interno) estén alineados y se fortalezcan entre sí.
Podríamos decir que el DO es el pegamento que une los distintos elementos de una organización de forma coherente. Toma como punto de inicio la estrategia o, si lo preferimos, la misión y visión de una organización, que es lo que hará que se establezcan unos objetivos concretos. Mira hacia fuera para entender su terreno de juego. Y mira hacia adentro para organizar, adaptar y desarrollar su forma de jugar.
El DO es un proceso constante de mejora continua
¿Suena complicado? Bueno, más que complicado, que a ratos también, el DO es complejo. Decimos complejo porque involucra muchos elementos y sus múltiples relaciones. Y porque no se resuelve con hacer un análisis de situación y listo. Sino que, con frecuencia, requiere combinar habilidades de distinta naturaleza y trabajar con voluntades e intereses no siempre alineados; todo eso, además, teniendo en cuenta todas las dimensiones de la compañía. Por otro lado, dado que tanto contexto externo, como contexto interno y estrategia son cambiantes, el DO es una función que ha de realizarse de forma constante. Y, en este sentido decimos que es una función continua.
Como anticipábamos, seguro que ya se comienzan a ver claras las diferencias y relaciones entre DO y GC. Nuestro siguiente post lo dedicaremos precisamente a ver la complementariedad entre ambas disciplinas. Hasta entonces, aquí os esperamos.